Quiero hablaros de una foto. La vi por primera vez hace ya unos meses y desde entonces supe que algún día escribiría unas líneas sobre ella.
La imagen habla por sí sola, no necesita adjetivos ni matices. La foto tiene sentimiento, pasión, sufrimiento, alivio, todo concentrado en unos cuantos píxeles.
Observadla un momento. Más allá de la ideología de cada una y de lo que le pueda agradar o no la profesión de la madre. Simplemente observadla.
¿Por qué esta foto y no otra? Porque puedo entender perfectamente a esa mamá. No tengo hijos pero sé lo que es estar fuera meses y meses, largos, tediosos. Con el corazón en un puño y sintiendo la preocupación constante de la gente que dejas en casa.
Esas mamás y esos papás, un día se despiertan como si nada, se visten y desayunan como cualquier otra mañana. Pero al salir de casa se cuelgan a la espalda una mochila que pesa más de lo normal.
Y con la entereza que su profesión les exige se despiden de sus hijos, prometiéndoles que pronto volverán a estar en casa, juntos otra vez, jugando como si los días no hubiese pasado.
Pero lo cierto, es que ese “pronto” son seis, siete, ocho meses, un año. Demasiado tiempo sin ellos. Con el único contacto del frío teléfono y en el mejor de los casos, una breve conversación por Skipe para ver la carita de su niño.
Por eso entiendo ese abrazo eterno a su pequeña, ese gesto de dolor y alivio. Dolor por el paréntesis en el que no ha visto a su hija aprender a hacer cosas nuevas, en el que no pudo estar en su tercer cumpleaños. Alivio porque vuelve a tenerla entre sus brazos, la puede tocar y hacerle entender que mamá ha vuelto. Que lo que le prometió aquella mañana, fría y gris, no fue mentira.
Ánimo. Fuerza. Y mi más profundo reconocimiento.
Besitos. *Ángela*
me ha puesto la piel de gallina la foto...se me saltan las lágrimas...
ResponderEliminarun besito
Ufff.....sin palabras,se me ha estremecido el alma!!
ResponderEliminarBravo Angela
Qué foto, bufff...al final una madre lo es sobre todo, da igual a que te dediques...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog.
Me quedo siguiéndolo!
Enhorabuena!
Un beso,
Marta
laalacenademarta.blogspot.es
La verdad es que la foto dice mucho y solo de verla se me pone mal cuerpo; tiene que ser muy duro verse en esa situación, y aunque no lo parezca también es duro para los peques. Definitivamente esas mamas merecen un sincero reconocimiento.
ResponderEliminarUn post muy bueno Angela. un saludo
Me alegro muchísimo de que os haya gustado y os agradezco vuestros comentarios!!.
ResponderEliminarBesitos. Angela
Puffff, mira que he visto veces esa foto y siempre que la vuelto a mirar se me caen los lagrimones...Indescriptible el sufrimiento durante la ausencia pero también la alegría en el reencuentro!. Aunque no me puedo imaginar el dolor de una madre al tener que dejar a sus hijos porque el trabajo lo exige, si sé lo que siente la peque porque lo he pasado y aunque es duro de enano se ve todo distinto...sois unas valientes!!!. Precioso post.
ResponderEliminarUn besazo!